Don Julio es una parrilla clásica que se destaca por la excelencia de sus cortes, muy reconocida tanto por locales como turistas. Ubicada en una casona antigua en una esquina de Palermo con paredes de ladrillo a la vista y techos de doble altura, es ideal para disfrutar lo mejor del asado argentino. Las carnes que se sirven son exclusivamente de pasturas, con una especial mención al Ojo de bistec y la Entraña, y todo es de máxima calidad. También son destacables sus achuras, la infaltable provoleta, y sus empinadas criollas (fritas) y carpetas. Otro punto fuerte de Don Julio es su excelente carta de vinos, recomendada por su propietario, el sommelier Pablo Rivero.